Arquitectura bioclimática
La arquitectura al servicio del ahorro
Tabla de contenidos
¿En qué consiste la Arquitectura Bioclimática?
La arquitectura bioclimática consiste en el diseño de edificaciones teniendo en cuenta las condiciones climáticas del entorno y aprovechando los recursos disponibles de sol, vegetación, lluvia y vientos para disminuir los impactos ambientales y reducir el consumo de energía (más de un 60% respecto a una vivienda convencional).
En otras palabras, se trata de conseguir el mayor confort con el mayor ahorro posible.
La arquitectura bioclimática se basa en:
La orientación de la vivienda.
Hacia el sur: Permite aprovechar al máximo la radiación solar, lo que permite tener «más horas de luz natural» y «la casa más caliente en invierno» de forma gratuita. Cuantas más estancias tengamos con ventanas hacia el sur, mejor.
Hacia el este y el oeste: Como todos sabemos, el sol se levanta en el Este y se acuesta en el Oeste. Esas orientaciones producirán molestias visuales al amanecer y al atardecer y un posible sobrecalentamiento de la vivienda en verano.
Hacia el norte: El sol no incidirá nunca directamente en la fachada norte por lo que se trata de la fachada más fría de la vivienda. Habrá que reforzar el aislamiento térmico de esa zona y minimizar la cantidad de huecos de esa fachada. Cuantas menos estancias tengamos con ventanas hacia el norte, mejor.
La disposición de las estancias y la compacidad del conjunto.
Se recomienda disponer las estancias con poco uso como pueden ser el garaje, baños, pasillos, armariadas, escaleras,… en el lado Norte de la casa (espacio colchón) para que hagan de protección térmica al resto de la vivienda.
Hacia el sur, se extenderá el resto de la vivienda, comedor, cocina, habitaciones,… de manera que se aproveche al máximo la entrada de sol en invierno.
Para evitar que entré demasiado sol en verano y se caliente la vivienda, se puede optar por dos procedimientos.
Primero, se puede optar por plantar delante de la casa arboles caducifolios, de manera que pierdan sus hojas en invierno y nos protejan del sol en verano.
El segundo procedimiento, tiene en cuenta el ángulo de incidencia del sol, variable a lo largo del año. Consiste en disponer voladizos y otras barreras debidamente calculadas que nos protejan del sol en verano.
La elección de los materiales y del sistema constructivo:
Una casa bioclimática nos permite estar frescos en verano y guardar el calor en invierno, aunque la temperatura exterior sea muy baja. Para conseguir eso, no solo hay que buscar la mejor orientación, sino que la elección de los materiales también es un punto importante. Es conveniente emplear muros de carga de mayor espesor e inercia térmica. Gracias a ellos el calor se conserva durante más tiempo y aíslan mejor del exterior.
Materiales alternativos menos contaminantes:
- Polietileno y polipropileno en substitución del PVC.
- Impermeabilizantes mineralizadores al silicato en substitución de los impermeabilizantes químicos y asfálticos.
- Pinturas al silicato (transpirables) en substitución de las pinturas plásticas.
- Aislantes naturales de corcho, lana, viruta, arlitas vermiculita y fibras vegetales tratadas adecuadamente (fundamentalmente con tetraborato sódico), en substitución de los aislantes polímeros de poro cerrado, cales hidráulicas en substitución de cementos con escorias y Portland.
- Cerramientos de madera en substitución de cerramientos de aluminio y sobre todo de PVC.
- Canalones de cobre y zinc en substitución de los canalones de PVC.
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