La reciente crisis energética global ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de acelerar la transición hacia fuentes de energía más sostenibles. En este contexto, España se posiciona como una localización ideal para el desarrollo del autoconsumo de electricidad a partir de sistemas solares fotovoltaicos, dado su elevado potencial para la generación distribuida en hogares y empresas. Sin embargo, el crecimiento de esta prometedora alternativa renovable durante el último año se ha visto frenado por los obstáculos y retrasos en el cobro de las ayudas europeas destinadas a subsidiar su adopción.
El autoconsumo fotovoltaico experimenta un auge inicial
Durante 2022 se produjo un notable incremento en la instalación de sistemas de paneles solares fotovoltaicos para autoconsumo en viviendas y pymes de España, motivado por las expectativas de acceder a importantes subvenciones en el marco de los fondos Next Generation EU. La crisis energética precipitada por la guerra en Ucrania y el alza de los precios del gas y la electricidad, también impulsaron el interés por esta tecnología.
La primera convocatoria de ayudas para instalaciones de autoconsumo con fuentes renovables se abrió en julio de 2021, despertando gran expectación. Se recibieron numerosas solicitudes tanto de particulares como de empresas interesadas en instalar sistemas fotovoltaicos con la expectativa de reducir sustancialmente sus facturas eléctricas.
Sin embargo, el crecimiento exponencial del autoconsumo solar durante 2022 se ha frenado desde los primeros meses de 2023, especialmente en el ámbito residencial. Esto se debe a diversos factores que han obstaculizado la consolidación del sector.
Demoras en la gestión efectiva de los fondos europeos
Uno de los principales inconvenientes ha sido la demora en la llegada real del dinero procedente de Europa a los solicitantes de las ayudas. A pesar de que la convocatoria se abrió hace más de un año, la mayoría de las comunidades autónomas, que son las encargadas de gestionar la entrega de los fondos, aún no han pagado las subvenciones a los beneficiarios.
Esto ha generado una gran incertidumbre entre familias y pequeñas empresas españolas, que contaban con estos incentivos para financiar sus proyectos de instalaciones solares. Los fondos europeos comprometidos han quedado retenidos en las administraciones regionales sin llegar a los destinatarios finales.
Un caso representativo es el de la Región de Murcia, donde se han denunciado más de 12.000 expedientes de ayudas para autoconsumo eléctrico todavía pendientes de resolución. Además, se critica que se han bloqueado 32 millones de euros ya asignados al fomento de las energías renovables pero que no acaban de movilizarse. Ante esta situación, se han exigido explicaciones por parte de las autoridades regionales.
Otros factores económicos desincentivan las inversiones
Más allá de los problemas burocráticos y de gestión de las ayudas europeas, existen también factores económicos coyunturales que han frenado recientemente las inversiones en sistemas de autoconsumo fotovoltaico en España.
Por un lado, el incremento de los tipos de interés reduce la capacidad de endeudamiento de las familias para costear la inversión inicial, que tiene un coste medio de unos 4.500 euros. Por otro lado, en los últimos meses se ha producido una moderación del precio mayorista de la electricidad, lo que también ha restado atractivo momentáneo a la instalación de paneles solares.
Un potencial enorme para el desarrollo del autoconsumo solar
A pesar de estos obstáculos temporales, las condiciones son muy favorables en España para el desarrollo del autoconsumo fotovoltaico. Se estima que estos sistemas permiten ahorrar entre el 70% y el 90% del coste de la factura eléctrica a lo largo de su vida útil, que supera los 25 años. Además, la radiación solar en la mayor parte del país permite amortizar la inversión inicial en un período relativamente corto, de entre 2 y 6 años normalmente.
Otro aliciente es la posibilidad de vender los excedentes de energía solar generada al sistema eléctrico, obteniendo así ingresos extras. El autoconsumo fotovoltaico se presenta, por tanto, como una alternativa económicamente viable, y que además contribuye a la sostenibilidad ambiental y reduce la dependencia energética del exterior.
Claves para destrabar el sector de autoconsumo solar
Para que este prometedor sector energético pueda desplegar plenamente su potencial, es necesario agilizar la gestión administrativa y el pago efectivo de las subvenciones europeas por parte de las comunidades autónomas. Algunas regiones están implementando medidas en este sentido. Otra posibilidad es solicitar fondos adicionales a organismos europeos para cubrir la elevada demanda.
Resolviendo los actuales inconvenientes burocráticos será posible destrabar el impulso del autoconsumo fotovoltaico y encauzar el futuro energético de España hacia un modelo más sustentable, a la vez que se genera actividad y empleo en torno a esta industria renovable.
El desarrollo del autoconsumo solar se encuentra en un punto de inflexión crítico. Pese a los recientes obstáculos, su gran potencial a mediano y largo plazo está fuera de duda. La adopción de soluciones eficaces para financiar y promover esta alternativa resulta indispensable, tanto para la transición ecológica como para traer mayor seguridad e independencia energética en un contexto geopolítico complejo.